lunes, 30 de diciembre de 2013

Nuestra batalla.

"A lo largo de la historia, todos hemos oído hablar sobre batallas catastróficas, ya sean terrestres, aéreas, navales... Todas mortíferas y que dejan destrucción a su paso. Desde que la humanidad comenzó no han parado de haber, una tras otra y sin descanso, algunas durando hasta siglos, y todas por razones estúpidas. Pero hay un tipo de batalla diferente, que solo te destruye a ti. Una batalla que tal vez no sea tan estúpida para la persona que la sufre, y es la batalla contra uno mismo. En las bélicas suelen haber dos bandos y siempre suele haber un ganador, sin embargo, en las que luchas contra ti mismo, en la mayoría de los casos por no decir siempre, sales perdiendo tu. En esas batallas, la persona termina aturdida, sin saber en muchos de los casos quién es realmente. Terminan destrozando como eras y puedes acabar muy mal. Ganar en una batalla en la que eres tu propio enemigo es difícil, muy difícil, pero esta batalla si merece la pena. La vida de una persona es muy importante y nunca debe darse por perdida. Muchas veces, hay alguien a tu lado que te ayuda a ganar, y debes agradecérselo de la mejor manera posible. No conocemos relatos de estas guerras, no hay nada en la historia que refleje una victoria en un conflicto así. Pero cuando la ganas, la satisfacción no se compara a la de cualquier guerra conocida. Cuando la ganas, nadie mas ha salido perjudicado. Lo que quiero decir es que nunca se rindan, en esta situación no tienen nada que perder, mas que a uno mismo... ¿No?"

martes, 20 de agosto de 2013

Vale la pena.

La vida... Menudo camino... Lleno de baches y de subidas y bajadas. Una larga calle llena de dificultades. Momentos en los que se estrecha de tal manera que dudas que puedas atravesar dicho tramo. Pero aunque cueste, aunque tengas que mantenerte parado mucho tiempo en él, siempre encuentras una manera de seguir con tu camino. Hay veces que sales magullado porque el estrechamiento ha sido tan grande, que era imposible pasar sin hacerte daño. Pero una vez que sales te sientes bien, mas fuerte, mas ágil... Miras al frente y sigues viendo altibajos, y es muy dificil ver un tramo totalmente llano. Pero sigues caminando y esquivando cada dificultad que encuentras por el camino. La vida, menudo camino... Pero vale la pena, porque cada llanura es increible. Son periodos de paz, de tranquilidad... De felicidad... Puede ser muy duro, pero tienes que ser fuerte y no rendirte nunca bajo ningun concepto... Al fin y al cabo, solo es un camino... ;)

viernes, 2 de agosto de 2013

Vive.

Poco a poco la vida te va mostrando que no debes preocuparte por cualquier cosa. Que en la vida hay motivos para pasarlo mal de verdad. No debes dejar que nada te derrote por mucho que te cueste. Puede ser difícil el camino pero seguro que valdrá la pena. Yo lo estoy aprendiendo. Aprendo a que no todo lo que pienso tiene sentido y que tu propia mente puede llegar a doblegarte. Es probable que necesites ayuda, pero realmente tu eres la única persona capaz de dejar de hacerlo. Sé feliz que para eso estamos aquí. No le des tantas vueltas a las cosas o acabarás volviéndote loco. Lucha. Hazlo con todas tus fuerzas si es necesario. En el fondo sabes quién eres y sabes qué es lo que te rodea... Confía en ti mismo y lo lograrás, pero no dudes en pedir ayuda si lo necesitas. Siempre hay alguien dispuesto a hacerlo, pero recuerda que eres tú quien tiene el poder.

domingo, 24 de marzo de 2013

Remordimientos.

Miraba mi reflejo y todo se desvanecía. Llegaba mi final. Veía como las gotas de lluvia desfiguraban mi cara en el reflejo del cristal. Sentí como mi vida cambiaba, como yo cambiaba. Ya nada sería lo mismo después de aquello. Me perdí a mi mismo. Pude ver como desaparecía toda esperanza. Ya no quedaba nada. Me di la vuelta  y caminé lentamente hasta la salida, abrí la puerta y salí sin mirar atrás. Marché dejando un rastro de pruebas tras de mi. Pronto acabaría mi camino. Por la mañana muchas sirenas sonaban cerca. No me resistí, sabía que no tenía perdón. Me arrodillé y levanté las manos. Después de eso, como se esperaba, pasé mi vida encerrado. Era lo menos que podían hacer. Por suerte, no me queda mucho tiempo de vida ya. Deseo que todo acabe. Desde aquel entonces no he podido dormir una sola noche tranquilo. Desde aquel entonces, siempre sueño con fuego.