lunes, 30 de diciembre de 2013

Nuestra batalla.

"A lo largo de la historia, todos hemos oído hablar sobre batallas catastróficas, ya sean terrestres, aéreas, navales... Todas mortíferas y que dejan destrucción a su paso. Desde que la humanidad comenzó no han parado de haber, una tras otra y sin descanso, algunas durando hasta siglos, y todas por razones estúpidas. Pero hay un tipo de batalla diferente, que solo te destruye a ti. Una batalla que tal vez no sea tan estúpida para la persona que la sufre, y es la batalla contra uno mismo. En las bélicas suelen haber dos bandos y siempre suele haber un ganador, sin embargo, en las que luchas contra ti mismo, en la mayoría de los casos por no decir siempre, sales perdiendo tu. En esas batallas, la persona termina aturdida, sin saber en muchos de los casos quién es realmente. Terminan destrozando como eras y puedes acabar muy mal. Ganar en una batalla en la que eres tu propio enemigo es difícil, muy difícil, pero esta batalla si merece la pena. La vida de una persona es muy importante y nunca debe darse por perdida. Muchas veces, hay alguien a tu lado que te ayuda a ganar, y debes agradecérselo de la mejor manera posible. No conocemos relatos de estas guerras, no hay nada en la historia que refleje una victoria en un conflicto así. Pero cuando la ganas, la satisfacción no se compara a la de cualquier guerra conocida. Cuando la ganas, nadie mas ha salido perjudicado. Lo que quiero decir es que nunca se rindan, en esta situación no tienen nada que perder, mas que a uno mismo... ¿No?"

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