viernes, 18 de diciembre de 2015

Mañana.

Hoy no he podido evitar apreciar el precioso día del que hemos tenido oportunidad de disfrutar; la noche también promete, con la mitad de la Luna iluminando a las estrellas y nuestro camino. Tras tal espectáculo no he podido evitar una reflexión: ¿de verdad este paraíso puede desaparecer?
He permanecido un rato observando el entorno, todo lo que me rodeaba y me abrumaba. Somos muy pequeños para destruir algo tan maravilloso. Me he preguntado si habrá un mañana, si tendré la oportinidad durante mi vejez de apreciar lo que hoy puedo apreciar, de deleitar mis sentidos con una brisa pura, el piar de un pajarillo cualquiera y el aroma de la noche. ¿Habrá un mañana? Pero más importante aún, al menos para mi; ¿habrá un mañana en la Tierra, donde todavía pueda apreciar un paisaje verde, un cielo azul por el día y un cielo estrellado por las noches? Es desconcertante pensar que todo pueda cambiar drásticamente. Me desconcierta pensar que mañana tal vez mi cielo este cubierto de humo o de alguna sustancia que no me permita ver el parpadear de un cielo nocturno, porque amo la vida y amo mi Tierra, un amor que me impide ver por qué personas luchan por acabar con ella. No se si habrá un mañana como el que espero, pero si no fuera así preferiría que el mañana no llegase nunca.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Miedo.

Se trata de una batalla a la que llevo enfrentándome desde el comienzo. Una batalla que parecía cesar por momentos para luego volver más destructiva y dañina. Ha habido momentos en los que me he sentido verdaderamente fuerte y he conseguido seguir, también con ayuda, pero ya estoy solo y no veo tierra en el horizonte. Ha tratado de escapar con todas mis fuerzas pero eso me sigue allá a donde voy. Y es que no hay ser más poderoso que uno mismo; sí, de mí mismo hablo; de mi yo, porque nuestro ser puede ser en muchas ocasiones nuestro propio enemigo. No hay mayor batalla que la que se crea en nuestra mente, y esa es una de las afirmaciones con mayor verdad que he dicho, pensado y escrito en toda mi vida. Cuando un pensamiento destructivo surge desde lo más profundo de nuestra consciencia, mata lenta y dolorosamente toda nuestra alma; la consume y en algunos casos transforma a la persona en alguien irreconocible. Es difícil mantener el control cuando estás nublado, cegado; cuesta elegir las acciones adecuadas y normalmente ese es el mayor problema. Cuando los achares aparecen el propio ser se aleja, se autodestruye. Da miedo cuan poderosa es la mente; da miedo el descontrol; da miedo pensar; da miedo perder a quien quieres; da miedo la traición; da miedo perderse a uno mismo, porque corres el riesgo de hacerlo. Tanto tiempo enfrentándose a fantasmas agota, pues recibe el aire cada golpe, pues en realidad esa gran batalla solo transcurre en lo más profundo de nuestra consciencia.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Desgraciadamente una realidad.

Anoche vi una película horrible. Trataba de una familia que se había reunido para cenar y reír juntos. Habían decorado la casa con dibujos del miembro más pequeño y hablaban de la artista que llegaría a ser el día de mañana. Después de un par de horas de risas y de haber comido hasta reventar, el padre decidió acudir a una tiendita cercana para comprar unos helados. La hija quiso ir con él, y a pesar de que no solían dejar que la niñita saliera tan tarde, estaban de fiesta, ¿qué podía pasar? Después de aparcar dos calles más atrás de la tienda, el padre cogió a su hija en brazos y le dio un besito. No lo vio venir… Tras un gran estruendo desaparecieron bajo una nube de polvo y cimientos. Una bomba había explotado justo al lado de ellos. ¿Una funesta casualidad haber aparcado en esa calle…? No: un acto deleznable a manos de seres inconscientes, de lo peor que se puede encontrar en este mundo. Seres despreciables que no merecen la vida que tienen. Fue horrible… Pero espera, hay algo que no me cuadra… Claro, no fue una película…
Malditos aquellos que se creen con un mínimo de derecho de acabar con una sola vida; malditos aquellos que viven para hacer tanto daño. Espero que el infierno sea el mejor regalo para ellos, pues en realidad merecen algo mucho peor.
Mucho ánimo y muchas fuerzas a familiares y amigos de las víctimas.

#TodosSomosParís 

domingo, 6 de septiembre de 2015

Yo...

No estamos solos en el mundo. Somos muchos, con diferentes opiniones, gustos, deseos, planes… La diferencia es precisamente lo que deberíamos tener en cuenta para respetar a los que nos rodean, porque lo que tú quieres no puede ser siempre lo que deba hacerse. Pensar constantemente en los intereses de uno mismo puede agotar a mucha gente que te rodea, puede traer conflictos y puede conseguir que se alejen incluso de ti. Seamos más respetuosos y menos egocéntricos, no somos lo único que vive en este mundo. Es una característica fundamental en el ser humano saber convivir, porque es lo que hacemos día tras día desde que nos levantamos; convivir, incluso con nosotros mismos. Ser extremadamente egoísta solo te va a llevar a un lugar: a estar solo. Todos tenemos nuestras propias conveniencias y nuestros propios intereses, y ser egoísta y egocéntrico es precisamente lo que ha llevado a la desgracia  a este mundo.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Sucumbir...

Se trataba de un día de playa muy soleado, con sonido de olas y callaos, chocando unos con otros consiguiendo así una hermosa melodía. Me sumergía en el agua para ver desde abajo el reflejo del Sol; sus rayos atravesando cada milímetro, mostrando un cuadro perfecto y único. Ahí abajo me pasé un buen rato, hasta agotar todo el oxígeno que cabía en el interior de mis pulmones. Salí y tome una gran bocanada de aire para inflar mi pecho y sentirme vivo, tan vivo como el mar. Al salir el panorama había cambiado; el Sol ya no estaba y los peces se habían marchado; no había gente en la playa y tampoco ruido; el agua estaba en completa calma. Me asusté y mi cuerpo comenzó a temblar. Se escuchaba el sonido de mis dientes al chocar y cada uno de mis músculos se dilataba y contraía a la velocidad de la luz. Me percaté de que no lo hacía por el repentino frío que se apoderó del lugar, era algo más fuerte y más desconcertante. Admito que perdí el control. La oscuridad se hizo con todo lo que me rodeaba y sólo faltaba yo, sólo yo para estar en armonía con aquello. Es fácil dejarse llevar simplemente para camuflarse y refugiarse, tan fácil que hasta yo lo hice aunque no del modo que esperaba. Simplemente cerré los ojos y me relajé, pasé de todo. Me senté en un rincón y ahí estuve observando cómo se hundía todo y cómo yo quedaba a flote. No es sencillo hacerlo, pero es cierto que a veces nuestro cerebro pide que todos los problemas queden sumergidos bajo tu ser. 

jueves, 3 de septiembre de 2015

Barco de papel.

Soplaba un rico viento que nos desplazaba por aquel pequeño río, rodeado de vegetación y calma, un lugar donde la tranquilidad estaba asegurada y donde enfadarse era cosa de tontos. En el agua veíamos grandes peces que adornaban el entorno y dulces ruiseñores recogiendo néctar de tantas plantas que podían avistarse. Yo y mi compañero estábamos fascinados por todo lo que en aquella tierra virgen se encontraba y habitaba. En alguna ocasión un reflejo en el agua nos mostraba la presencia de sirenas y seres jamás vistos en algún otro lugar. Era precioso, hasta el color de las piedras lo era. Más adelante se apreciaba un pedacito de costa lo suficientemente grande como para que nuestro barco atracara, y así lo hicimos. Nuestras tripas sonaban por tan largo viaje; fue entonces cuando decidimos que buscar comida en la isla era la idea más acertada. Saqué mi hacha y fuimos en busca de rica comida. En un árbol muy grande encontramos un fruto muy parecido a un coco, muy apetecible, así que lo cogimos y nos sentamos bajo su inmensa sombra para disfrutar del manjar. Nunca había probado nada parecido, una verdadera delicia… En ese momento mi compañero oyó algo entre los árboles. Nos agachamos y vimos nada más y nada menos que a un pirata, con su pata de palo, su garfio y su parche en el ojo. Llevaba una caja de madera muy pesada y detrás de él iba otro señor que parecía un esclavo. No había otra opción, teníamos que ayudarle a escapar. Salí corriendo hacia el pirata y le di con el mango de mi hacha en la cabeza. Pude ver cómo le salían pajaritos y cómo sus ojos le daban vueltas y vueltas del mareo del golpe. Agarramos al esclavo y salimos corriendo dirección a nuestro barco; en ese momento recordé a Peter Pan venciendo al capitán Garfio. Cuando llegamos a la orilla me llevé una desagradable sorpresa… El barco se alejaba solo, a la deriva. ¿Tanto tiempo estuvimos en la isla? Miré a mi compañero y al antiguo esclavo de aquel malvado pirata y ambos habían desaparecido… Me vi solo, observando como mi preciado barco se alejaba más y más… ¿Cuándo crecí tanto? Ahora lo veo claro, no era más que un simple barco de papel. 

lunes, 20 de julio de 2015

De los Dioses.

Cada ola viene y se va en una danza interminable e incansable; en una danza sonora, relajante y armoniosa, de Dioses quizás. El sonido de las rocas al chocar y la suave brisa que nos roza y eriza la piel. Que nos calma y nos hace ver que la vida es preciosa, claro que lo es. Y como la vida lo es la naturaleza, porque en ella solo hay vida, porque de ella depende. 

miércoles, 17 de junio de 2015

Injusticia.

Hablemos de injusticias. Si, esas malditas acciones HUMANAS, prácticamente siempre relacionadas con el MALDITO DINERO. Estoy tan arto de esto… ¿Por qué unas mierdas de papel y metal creadas por el mismo ser despreciable (porque aunque somos muchos los que intentamos hacer del mundo un lugar mejor, siempre están esos seres que fastidian y buscan sólo el bien ajeno) se adueñan de todo? ¿Tan poco importamos que dejamos que eso nos controle y dicte todas nuestras decisiones? Cada día hay más corrupción y la injusticia crece y crece, hasta tal punto que lastima a las personas, nos daña y crea inconformismo, rabia, sentimientos que todo ser humano debería evitar y no deberían hacerle sentir. Pero es normal, es algo completamente natural. Lo que sí me resulta extraño es que no haya salido nadie herido de muchas de estas, porque como ya dije son sentimientos que debemos evitar pero es realmente complicado cuando se repiten y se introducen en donde quema, donde escuece. Resignarse a veces parece la única opción y eso no es bueno… Todo esto crea un sentimiento muy negativo nada aconsejable, pero hasta que no ocurra la desgracia las cosas no cambiarán. 

miércoles, 3 de junio de 2015

Y ustedes, ¿qué creen que somos?

Es extraño lo que realmente somos. Ir más allá de la mera apariencia es un trabajo realmente complicado porque somos complejos. ¿Qué somos en realidad? Cuando en una buena película se formuló esta pregunta, el protagonista respondió que era su cerebro. Como era de esperar fue rebatido, pues el cerebro es una parte física de nuestro cuerpo. Pero esa respuesta tenía su parte de razón. Nuestro cerebro contiene nuestros pensamientos y nuestra personalidad, contiene lo que somos, como dijo nuestro protagonista. Pero va más allá del cerebro, va más allá de una región del cuerpo; somos almas. Tanto el cerebro como los pensamientos están sujetos por nuestra alma, esa parte invisible que nos hace eternos. Es cierto que muchos no creen en esta teoría, y es completamente respetable, pero piénsenlo por un momento; cuando una persona muere, lo que ha hecho, todas las experiencias que ha tenido no pueden perderse ahí. Tiene que haber algo más, algo que nos mantenga conscientes más allá de que nuestros órganos físicos se detengan. Es el alma la que nos permite existir más allá de la vida terrenal. En muchas culturas se habla de reencarnación, y ¿qué es lo que se reencarna? Siempre se ha escuchado que cuando una persona tiene una experiencia cercana a la muerte ve en milésimas de segundo su vida pasar, y en ocasiones esa persona ha estado muerta durante unos segundos, ¿cómo sería esto posible? Por suerte, ninguno de nosotros a tenido la oportunidad de averiguar en primera persona lo que realmente ocurre. Por otro lado hemos oído hablar sobre las almas gemelas, y se que no soy el único que cree en ellas. Siempre aparece una persona en tu vida que te completa, sin la que no podrías vivir, que le da sentido a tu vida, y esa es tu alma gemela, aquella que unida a la tuya te hace uno. Estoy seguro de que incluso los mayores ateos y los mayores científicos piensan que el conocimiento y las experiencias de una persona no acaban después de que su corazón se pare. Si lo pensamos bien y ampliando una de las ideas expuestas anteriormente, cuando una persona sufre un paro cardíaco y muere por unos segundos o unos minutos, ¿cómo es posible que vuelva a la vida y pueda seguir adelante? Es como si conectásemos una memoria con una batería; la memoria funciona gracias a la batería a la que está acoplada; si la batería se rompe la memoria se borra, aunque pongamos otra batería nueva los datos no se pueden volver a recuperar. Podríamos decir que son la misma situación, solo que el ser humano vuelve a la vida con los mismos recuerdos y experiencias almacenados en su alma. Hay muchísima gente que no comparte esta teoría, pero díganme, ¿cómo lo explica la ciencia?

lunes, 18 de mayo de 2015

Nuestro.

Deberíamos acariciarlo como el nos acaricia; cuidarlo como el nos cuida; darle lo mejor de nosotros para que aguante de la mejor manera posible. Billones de años son los que han pasado, billones de golpes que ha recibido y aquí sigue, luchando por mantenernos en un hogar. Nuestro es, pero lo tratamos como si fuera basura y como si este paraíso no nos importase. Nuestro mundo, esta maravilla que Dios o una gran explosión colocó para nosotros, con unas condiciones perfectas para vivir y disfrutar. Con unas condiciones perfectas, las mismas que el propio ser humano está destrozando. A muy poca gente le importa lo que ocurra en él, creen ilusos que un simple papel que tiren no le va a hacer daño a nuestro mundo, pero solo demuestran ignorancia con ese acto. Hemos destruido tanto... Día tras día emitimos gases y sustancias que destruyen cada pedacito de nuestro planeta y todo se volverá contra nosotros algún día. El ser humano es el único "ser inteligente" capaz de tropezar dos veces (o tres... O cuatro...) con la misma piedra, de cometer muchas veces los mismos errores, y aunque ven que el mundo se está deteriorando siguen sin actuar de verdad. Muchos luchan para que esto cambie, y doy gracias porque haya gente a las que le importe, pero por favor, a aquellos que no hacen nada al menos para que la situación no empeore, cuiden aquello sin lo que no podemos vivir. Cuiden nuestros mares y océanos, cuiden nuestros bosques, cuiden nuestro aire... El planeta ya se está revelando con terremotos y con cambios en las temperaturas, con situaciones a las que no estábamos tan acostumbrados. Si continuamos rompiendo nuestra vida, está claro cómo acabaremos...

martes, 31 de marzo de 2015

Solo.


“Caía cada gota de agua sobre el largo Océano y formaba millones de hondas, y sobre esas otras y otras… Los cristales de coches y casas se empapaban y dejaban deslizar cada una. No había nadie y no sabía si era por la lluvia o por mí. Durante toda mi vida las personas se han alejado. He visto miradas felices convertirse en miradas vacías cuando, sin saber el motivo, las decepcionaba. Siempre he intentado hacer las cosas lo mejor posible, y a veces lo conseguía, aunque otras todo saliera mal. Me considero una persona luchadora, y que quiere a todos los que le quieren. Me encanta proteger a mi gente, verles agradecidos y agradecidas y sentir que soy importante para ellos y para ellas. Pero a pesar de tanto esfuerzo, a pesar de no querer alejarme de ninguno, todo se ha torcido y he acabado sin nadie. Tal vez el esfuerzo haya sido demasiado, o quizás haya sido mi insistencia por proteger lo que ha agotado a todos, pero ahora no puedo hacer más nada. La resignación es lo que caracteriza mi vida; la resignación, la impotencia y, cada vez más, la ira. Lucho cada día contra mis demonios y contra las tentaciones que ellos a mi vista ponen, y hasta el momento lo he superado. El problema es que no sé hasta cuando durarán mis fuerzas; no sé la manera de encontrarlas ni mucho menos la manera de mantenerlas. Cada día la lluvia es más intensa, el Océano es más profundo y los cristales se rompen. No sé cuándo será el momento en el que mis ojos dejen de llorar.”

viernes, 27 de febrero de 2015

Al final de mi guerra.

"Tal vez estaba equivocado con todo aquello antes de lo que estaba pasando. La verdad es que me gustaba el ambiente, a pesar de aquel fuerte olor a vaca y campo, era un buen lugar para vivir o al menos en aquellos tiempos de guerra que corrían. No oler el asfixiante humo de las bombas ni escuchar a personas inocentes pedir auxilio era una sensación que desgraciadamente hacía mucho tiempo que no experimentaba. La gente en el pueblo era muy agradable, muy buena y simpática. Me ofrecían toda la ayuda que necesitaba, indicándome, por ejemplo, dónde estaba el pozo para coger el agua y la tiendilla del pueblo. Por suerte no sabían que era un maldito soldado que había desertado de la guerra, quizás me matarían a palos ya que yo estaba en el bando contrario. ¿Cómo fui capaz de hacer tanto daño a gente tan buena? Sinceramente pienso que esas batallas entre nosotros son estúpidas. Somos un grupo de personas al mando de un par de inútiles que sólo quieren poder y riqueza... ¿Por qué no se matan entre ellos y le hacen un favor al mundo? He visto a muchas personas sufrir, más de las que podía soportar y por eso no me cuesta desear que esos asesinos y psicópatas se maten unos a otros. Por suerte, despertar allí me recordaba a mi infancia, cuando nada me preocupaba, cuando tan solo quería jugar y no parar de saltar y de decir boberias. Cuando era inocente y no soportaba sobre mis débiles hombros la pesada carga de una larga cadena de cadáveres... Para ser honesto, preferiría estar muerto a seguir sintiéndome una mierda tras ver a tanta gente... A tanta gente... Han sido tantos... Nunca podré olvidar esas caras pidiendo clemencia, tristes y apagadas, con apagados ojos y lágrimas... ¿Por qué seremos tan crueles? Al fin estoy sobre esta silla, con la cara triste, ojos apagados y lágrimas, pero no porque vayan a acabar con mi vida, no no, mi alma siempre estará triste por todas las felices que se llevó."

sábado, 21 de febrero de 2015

¿Por qué no ser humanos?

Somos tan insignificantes en comparación a todo lo que nos rodea... Solo basta con mirar un día cualquiera hacia arriba, hacia ese inmenso cielo que nos envuelve, y si eso te parece inmenso, ve más allá y observa las millones y millones de estrellas que nos acechan. Es curioso que hayan personas que se crean grandes cuando, en realidad, no son ni una milésima parte de lo que existe. Todo se encuentra en perfecta armonía, como si alguien hubiera trabajado para ello duramente, y así es como muchos pensamos. Pero, a pesar de toda esa inmensidad y de millones y millones de galaxias que ni siquiera alcanzamos a ver con tanta tecnología, no es necesario esforzarse tanto para darse cuenta de que en realidad lo que la humanidad piensa de si misma está sobrevalorado. Para nosotros hay muchas personas que lo son todo y que por ellas haríamos cualquier cosa, porque son lo que más valoramos, pero no me refería a eso con lo anterior. Hablaba de lo que muchos hacen aquí, en nuestro propio planeta. Hablaba de la destrucción que nosotros mismos realizamos con tanta tecnología incontrolada, de la corrupción evidente que hay en tantas partes de este cada vez más deteriorado mundo, la misma que ha conseguida que millones de niños, mayores, familias, vivan en la calle, sin ningún derecho. ¿Acaso ellos no son humanos? Desde siempre han habido personas que han despreciado a otras; que se han creído mejores por simplemente llevar una ropa más cara; por simplemente creerse, por cualquier estúpido y repugnante motivo, superiores; por simplemente tener más papel y metal... Sí, me refiero a eso que el propio humano inventó, eso tan barato que llamaron dinero. Nos hace tan estúpidos idolatrar algo tan tonto, que muestra perfectamente lo insignificantes que somos respecto a esa inmensidad que no hemos creado. Y es que, las cosas más importantes son aquellas que el ser humano no ha podido construir, como el amor, algo tan potente y bonito que muchos desprecian porque piensan que es cosa de débiles. Se equivocan, el amor es cosa de humanos, y hoy en día nos muestran más amor nuestras mascotas que muchas personas. ¿De verdad es tan difícil hacer el bien? Yo no sé ustedes, pero en mi opinión no lo es.

viernes, 20 de febrero de 2015

Para toda la vida.

Mis planes eran diferentes a todo esto. Nadie nunca me dijo que el destino fuera tan traicionero, tan extremadamente dañino. Pasó de luz a tremenda penumbra y apenas pude darme cuenta hasta ahora. Todo se ha vuelto desconcertante e inseguro para mi y he perdido la fuerza, aquella que antes me permitía cuidar de tu hermosa carita. Aún recuerdo cómo mis manos cubrían la totalidad de tu pequeño cuerpo, ese cuerpecito por el que estaba dispuesto a entregar mi vida. Lástima no haber podido hacerlo de ese modo. Mis días ya no tienen sentido sin esa diminuta sonrisa que me hacía tan feliz. No existe día en el que no recuerde el sonido de tu risa o de tu llanto, el sonido de tus suspiros o simplemente el de tu calmada respiración. Maldigo aquel día cada mañana, cada tarde, cada noche y cada momento de mi ya espantosa vida. Tenía tantos planes para ti... Siempre sabré que habrías sido grande, que habrías llegado lejos y que nada podría haberte detenido. Es tan injusta la vida... Solo pedíamos una oportunidad y nos la arrebató, te arrebató de nuestras manos. Te amaba tanto, hijo, que mi vida muere cada día, pues le han arrancado el alma sin consideraciones. Te amaba tanto...

(Inspirado en una canción de Ed Sheeran- Small Bump).