lunes, 18 de mayo de 2015

Nuestro.

Deberíamos acariciarlo como el nos acaricia; cuidarlo como el nos cuida; darle lo mejor de nosotros para que aguante de la mejor manera posible. Billones de años son los que han pasado, billones de golpes que ha recibido y aquí sigue, luchando por mantenernos en un hogar. Nuestro es, pero lo tratamos como si fuera basura y como si este paraíso no nos importase. Nuestro mundo, esta maravilla que Dios o una gran explosión colocó para nosotros, con unas condiciones perfectas para vivir y disfrutar. Con unas condiciones perfectas, las mismas que el propio ser humano está destrozando. A muy poca gente le importa lo que ocurra en él, creen ilusos que un simple papel que tiren no le va a hacer daño a nuestro mundo, pero solo demuestran ignorancia con ese acto. Hemos destruido tanto... Día tras día emitimos gases y sustancias que destruyen cada pedacito de nuestro planeta y todo se volverá contra nosotros algún día. El ser humano es el único "ser inteligente" capaz de tropezar dos veces (o tres... O cuatro...) con la misma piedra, de cometer muchas veces los mismos errores, y aunque ven que el mundo se está deteriorando siguen sin actuar de verdad. Muchos luchan para que esto cambie, y doy gracias porque haya gente a las que le importe, pero por favor, a aquellos que no hacen nada al menos para que la situación no empeore, cuiden aquello sin lo que no podemos vivir. Cuiden nuestros mares y océanos, cuiden nuestros bosques, cuiden nuestro aire... El planeta ya se está revelando con terremotos y con cambios en las temperaturas, con situaciones a las que no estábamos tan acostumbrados. Si continuamos rompiendo nuestra vida, está claro cómo acabaremos...