sábado, 11 de marzo de 2017

Solo el comienzo.

Esto se trata de un comienzo. Hay muchas cosas en esta vida que parecen imposibles de cambiar, pero se dice mientras no se hace nada para llevarlo a cabo. Al principio es complicado saber si algo funcionará, por eso es necesario intentarlo si de verdad lo quieres.  Tal vez no sepas cómo o creas que no tienes medios suficientes, pero no hay nada más poderoso que una idea. A partir de ella trabaja con lo que puedas; no es necesario tener las mayores facilidades para conseguir algo, pues el sacrificio y la perseverancia están por encima de eso. Si lo deseas piensa a lo grande, llénate de autoestima y lucha, sobre todo lucha. Cuando hayas empezado y sientas que no puedes, que nada sucede como esperabas, continúa; recuerda que los comienzos nunca son sencillos y que para construir un rascacielos debes cavar para colocar los cimientos.

Por eso tengo un propósito. Solo soy una persona en un mundo enorme, donde influir en la vida de los demás es demasiado complicado y parece una tarea poco realista, pero como decía anteriormente, necesito intentarlo. Pienso que todos estamos aquí porque tenemos algo que aportarle al mundo, ya sea de forma global o local, a pequeños grupos de personas que van expandiendo a su vez dicha influencia; ambas son aportaciones brillantes y necesarias.

Mi deseo comienza por sus corazones, el de tod@s aquell@s que han aguantado leyendo hasta el final; también por los de aquell@s que lo lean o aprendan a través de ustedes, pero deseo que de algún modo se creen en sus corazones ciertos sentimientos si aún no los conocen.

Todos necesitamos amor; y no solo me refiero al amor de pareja, o al que sientes por un amigo o por la familia, si no al que cada ser humano debería guardar en su propio corazón, primero para sí mismo, y luego, tras descubrirlo, para todos y cada uno de los seres que habitan este planeta.

A partir de aquí, entre todos, trataremos de cultivar en nosotros dicho sentimiento. ¿Las formas? Hay miles, pero pronto les hablaré sobre una de ellas.

viernes, 10 de marzo de 2017

Lo que nunca te dije.

En todo este tiempo creo que he aprendido ciertas cosas aunque aún me quede mucho más por descubrir y aprender. Lo que ahora creo saber me ha hecho ver ciertos aspectos y ciertas situaciones. Hoy puedo decirte que en muchas de tus acciones, en muchos de tus pensamientos, brillaba la sabiduría. Eres una persona con la que enriquecerse era realmente sencillo si se te prestaba atención. He podido ver que efectivamente fallé más de lo que me hubiera gustado, y que podría haberlo hecho mucho mejor. Con el paso de los días he visto cada vez más claro todo lo que en realidad necesitábamos y que no supe ver entonces. He observado muchas cosas, y gracias a todo ello he crecido. En cierto modo me alegro de que todo ocurriera como ocurrió, precisamente por el motivo que acabo de comentar; no sería como ahora soy, no me sentiría tan bien conmigo mismo ni tan preparado ahora para diferentes circunstancias, si no hubiese pasado. No me quiero extender mucho, creo que ya se ha hablado todo lo que se tenía que hablar, pero aunque sé que no lo necesitas, que todo está bien, debo decirte algo que nunca te dije.

Siento que no saliera; siento no haberte mirado como necesitabas; siento haber tenido una venda en los ojos durante tanto tiempo; siento haberme perdido en más de un momento; siento haber sido un cascarrabias cuando lo más sencillo era reír y reír, sobre todo cuando te miraba; siento habernos descuidado; siento no haber contribuido a romper la monotonía…

Lo siento.

El motivo de esto después de tanto tiempo, es simplemente porque nunca lo vi tan claro como ahora. Todos necesitamos a veces que nos reconozcan sus errores, que nos digan lo que piensan de nosotros. Que de sus corazones salga un simple “lo siento”. No quería que todo se esfumase sin más, no sin decírtelo. Lo último que quiero desearte, con el corazón, es que seas muy feliz. Sigue creciendo hasta que llegues a la cima, donde siempre te mereciste. Mucha suerte pequeña estrella, espero verte brillar en lo más alto algún día.

jueves, 9 de marzo de 2017

Por ellas...

Aún sigo sin comprender por qué el mundo no funciona en muchos aspectos. Sé por qué ocurre, pero no entiendo por qué no deja de ocurrir. Siempre he pensado que es sencillo llevarse bien con el resto de personas, incluso existiendo diferencias a nivel personal. Más allá del dinero, del poder y de otros muchos motivos estúpidos que existen, ¿por qué nos matamos unos a otros? Todos los días podemos ver noticias sobre atentados, sobre asesinatos, sobre maltrato… ¿Qué clase de ser eres para llegar a esos límites atroces?

Todos conocemos el día que es hoy, y he podido observar que muchas mujeres no necesitan ser felicitadas, y lo comprendo profundamente. No hay motivo para felicitarlas, pues es su día porque en algún momento de la historia el hombre decidió que debían ser inferiores, que ellos mandaban. Soy hombre, y por supuesto digo que eso no beneficia a nadie. Hoy, un día de reivindicación contra el maltrato hacia la mujer en todos los ámbitos, siguen existiendo injusticias y sigo sin comprender por qué. No somos nadie para borrar sus sonrisas, romper sus ilusiones y deseos y hundirles la vida. El maltrato la destruye, en todos los sentidos la destruye. No comprendo lo ciego que debes estar para no ver que ella depositó toda su confianza en ti, dejó su cariño en tus manos y creyó que hacías lo mismo. Hay que estar muy vacío para no ser consciente…

Me gustaría llegar a vivir algún día en un mundo donde la violencia fuera un mal recuerdo que jamás volviera al presente; donde la discusión sea lo que se utilice para solucionar conflictos; donde se ame tanto al ser humano que golpearle nunca sea una opción; donde podamos andar por la calle a altas horas de la noche sin miedo; donde todos los seres sean tratados por igual. Desgraciadamente pienso que conseguirlo resulta demasiado ambicioso, ¿pero saben? Mientras haya una sola posibilidad merece la pena luchar por ello.

Por las mujeres y por todas aquellas personas que son maltratadas de algún modo a diario. Ellas son quienes lo merecen.

jueves, 2 de marzo de 2017

No violentes

¿Eres consciente de lo que logras cuando golpeas a alguien? ¿Te has preguntado alguna vez qué puede sentir? Tú, hombre, ¿qué sientes cuando le pegas a una mujer que ha confiado en ti? Me es imposible comprender las razones, completamente imposible. Mi espíritu, mi corazón y cada parte de mí, muere de tristeza al imaginar que la sonrisa de una pobre persona se rompe por un acto deleznable, por un capricho inconsciente de un hombre. Cuando cargas tu mano y ves el miedo en sus ojos, ¿no siente compasión? ¿Acaso no amas? Entonces, ¿qué clase de ser eres? Humano por supuesto que no; un ser humano debe mostrar compasión y amor principalmente, pues de ello depende que sus acciones no estén cargadas de odio.

Si te sientes frustrado, con ira y odio en tu interior, no lo descargues en alguien que te quiere y que te ha apoyado. Busca ayuda, golpéate a ti mismo si quieres, pero nunca a ella. En ese momento dejas de formar parte de la humanidad.

Recuerda, con hombres como tú en este mundo, podría ser tu hija la que en el futuro también lo sufra. Esta lucha es de todos. Nunca es tarde para cambiar, para arreglar tus errores.


Si ya le has hecho daño, aléjate y demuestra de una vez por todas un poco de amor. Permite que crezca en tu interior, al igual que la compasión. Tu vida nacerá de nuevo.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Renuncia

A veces los deseos no pueden cumplirse; al menos no cuando tú los quieres. Estos te dan la espalda y no sabes si algún día te los cruzarás de frente pero mientras esperases, la vida continúa. Llega el momento entonces de renuncia. Una renuncia observada desde una mira saludable, una mira de paz y mejora. No se trata de una renuncia hacia uno mismo, ni siquiera tiene que ser una renuncia a todos aquellos que están de buena manera en tu vida. Se trata de una renuncia a aquellos deseos que no pueden cumplirse en el presente, y necesitas dejar atrás para continuar, para aprender a vivir contigo mismo y darte cuenta de que la felicidad, el bienestar, está presente en lo más profundo de tu espíritu. Una renuncia que te enfoca hacia el crecimiento personal, que te ayudará a conocerte.


La renuncia de hoy es una lucha por tu encuentro, una forma de aprender a vivir incluso con todos los posibles deseos que invadirán tu futuro. Cuando encuentres la luz presente en ti, no habrá nada que pueda apagarte.