A veces los deseos no pueden cumplirse; al menos no cuando
tú los quieres. Estos te dan la espalda y no sabes si algún día te los cruzarás
de frente pero mientras esperases, la vida continúa. Llega el momento entonces
de renuncia. Una renuncia observada desde una mira saludable, una mira de paz y
mejora. No se trata de una renuncia hacia uno mismo, ni siquiera tiene que ser
una renuncia a todos aquellos que están de buena manera en tu vida. Se trata de
una renuncia a aquellos deseos que no pueden cumplirse en el presente, y
necesitas dejar atrás para continuar, para aprender a vivir contigo mismo y
darte cuenta de que la felicidad, el bienestar, está presente en lo más
profundo de tu espíritu. Una renuncia que te enfoca hacia el crecimiento
personal, que te ayudará a conocerte.
La renuncia de hoy es una lucha por tu encuentro, una forma
de aprender a vivir incluso con todos los posibles deseos que invadirán tu
futuro. Cuando encuentres la luz presente en ti, no habrá nada que pueda apagarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario