martes, 30 de mayo de 2017

"Enfermedad del inconformismo"

Es sencillo desear tener algo más de lo que tenemos; no cuesta nada quejarse, creer que no es suficiente nunca nada de lo que ya nos corresponde, material o abstracto, no importa. Es muy fácil ponerse excusas para hacer o no hacer, decir que necesitas que pase algo o no pase. Constantemente miramos a nuestro alrededor añorando algo, sintiéndonos en ocasiones incompletos con lo que “tenemos en nuestro poder”, pero no queremos ver que tenemos más de lo que imaginamos. Todos queremos algo para nuestro futuro, y por supuesto que es normal. En ser humano va la ambición (no la avaricia), las ganas de superarse y eso está muy bien; pero eso está en el futuro, no en nuestro presente. Para tener un buen futuro debes encargarte de vivir muy bien el presente, disfrutándolo y atendiéndolo de la mejor manera que sepas, pues de ese modo tu futuro será mejor de lo que soñabas.

Solemos (me incluyo en esto en ocasiones) sentirnos inconformes con lo que nos sucede día a día, contemplando una posibilidad alternativa que no sucederá, no al menos aquí y ahora de la forma en que deseas. Una de las principales maneras de acabar, a mi modo de ver, con “la enfermedad del inconformismo” es desarrollando la paciencia. Muchas veces no tenemos esa virtud; somos ansiosos y nos desquiciamos cuando algo no sale de la forma en que esperábamos, pero eso no será así para siempre. Una semana, un mes, un año e incluso una década, no es nada comparado con lo que puede durar una vida completa. Lo que quiero decir con esto es que no siempre tendremos cuanto queremos en el momento en el que lo queremos, pero si sabemos aprovechar el momento presente y lo disfrutamos como mejor sepamos, las posibilidades de alcanzar o de tener lo que añorábamos anteriormente, aumentarán casi al 100%, y si no ocurre, probablemente descubras algo mucho mejor para ti.

Por lo tanto, para vivir un aquí y ahora mejor, siempre desde mi perspectiva (porque todo, absolutamente todo, está condicionado por ellas), es necesario desarrollar la paciencia entre otras grandes virtudes.

martes, 16 de mayo de 2017

De nuestras manos

Nos quejamos constantemente como si hubiésemos muerto, como si estuviésemos condenados a repetir los mismos errores durante el resto de nuestras vidas, y no somos conscientes de que si estamos aquí, escribiendo, leyendo, hablando, escuchando, riendo e incluso llorando, es porque seguimos vivos. Muchas veces nos sentimos mal por diversas causas y en lugar de mirar hacia el cielo en busca de un poco de luz para salir del agujero, miramos hacia lo que pisamos para evitar caer más abajo, consiguiendo el efecto contrario.
¿Quieres decidir? Habrá personas que tenderán sus manos, pero serás tú quién decida cogerla o no. Ten claro que solo tú tienes el poder de salir o de hundirte.
Y por favor, elijan siempre la primera opción porque les aseguro que conocerán una nueva faceta de ustedes mismos que les impresionará y amarán aún más, como siempre debería ser.

La vida está siempre al alcance de nuestras manos.

lunes, 15 de mayo de 2017

¡¡ME PRESENTO!! Los miedos

Cuando sientas ganas de hacer algo de verdad, no te pongas excusas y da el paso. Olvídate de lo que puedan decir; recuerda que si lo haces con ilusión y por lo tanto con ganas saldrá bien y más importante aún, te sentirás feliz. Hazlo, pues enfrentarte a tus propios miedos e inseguridades implica que te superes a ti mismo, y eso solo te puede llevar hacia el cielo.
¡Espero que disfruten del nuevo vídeo al máximo! Hasta pronto pensador@s.


https://www.youtube.com/channel/UC0F4V9hy-jP3PbQfgm3HQLQ

sábado, 6 de mayo de 2017

La cuerda

Nuestra mente es como una cuerda sujeta que es movida por alteraciones en su entorno. Mientras ondula, nada puede agarrarse a ella y resulta imposible reconocerla en su forma natural, calmada y centrada. Es muy difícil mantener una cuerda sujeta inmóvil, por eso permitimos cada día que se mueva y no intentamos detenerla de vez en cuando. El gran problema es que se trata de una cuerda sensible y tanto movimiento comienza a desgastar  sus nudos. Poco a poco se encuentran más erosionados hasta que de pronto se cae, y arreglarla resulta muy complicado en algunas ocasiones. Y así continúa el ciclo. Puede ser un círculo vicioso, pero podemos impedirlo. La cuerda que se mantiene sujeta no se desgasta; todos pueden agarrarse a ella y al ser tan fuerte, no se rompe. Puede ayudar porque ha luchado para conseguir su forma. Y así continúa, sin romperse en pequeñas tempestades.