jueves, 29 de junio de 2017

¿Finales...?


Último paso

En mi entrada anterior hablé de lo que debían hacer, en mi opinión, para encontrar poco a poco la calma. Por lo tanto, una vez encontrada, debemos dar un paso más hacia nuestro bienestar. Hoy hablaré de la paciencia.

Cuando la calma se apodera de nuestras mentes y nuestros cuerpos  nos situamos en el momento perfecto para desarrollar nuestra paciencia. Tal vez nunca se han planteado su importancia, pero en más de una ocasión puede ayudarnos a mantener nuestra estabilidad. Yo antes no era una persona paciente: solía desquiciarme con facilidad y no pensaba con claridad; actuaba de forma impulsiva y eso me conducía a cometer muchos errores. Hoy, continúo entrenando mi paciencia y aunque siempre pueda mejorar mucho más he conseguido bastante, y precisamente se trata de superarse día a día, cueste lo que cueste y esto puede aplicarse a cualquier aspecto de la vida.
Ya sabemos que para desarrollar esta cualidad debemos encontrar previamente la calma, pues si nos encontramos alterados nos será muy complicado ser pacientes ante una situación, y precisamente ese es “el secreto”. Una vez estemos calmados, esperar nos resultará verdaderamente sencillo.

Por lo tanto, cuando se encuentren ante una situación en la que deben esperar y les cueste hacerlo, traten de calmarse todo lo posible (como hemos mencionado anteriormente) y entonces lograrán mantener ese estado.

Deben darse cuenta del momento en el que se sienten impacientes para tratar de calmarse y ver la situación como algo que pasará más tarde o más temprano y que mostrar enfado no ayuda para nada a superar las circunstancias. El primer paso necesario para solucionar algo es saber cuál es el problema, así que para ser paciente lo primero es darse cuenta del momento en que no lo estás siendo. Siempre queremos tenerlo todo aquí y ahora siendo conscientes de que eso no es posible. Entonces, ¿por qué no nos relajamos y esperamos tranquilamente?
Entiendo que todo suena realmente sencillo en la teoría y que la práctica es bien distinta, pero ahí mi consejo y resumen:
                Primero, busquen la calma en los momentos de estrés; luego, háganse conscientes del momento que están viviendo y concéntrense solo en lo que están haciendo; al conseguirlo, ya les seguirá la calma a cada paso (siempre que continúen con la práctica) y entonces adquirirán mayor control de ustedes mismos; finalmente, cuando se enfrenten a una situación en la que deban esperar por algo, en la que no puedan controlar lo que ocurra, traten de encontrar nuevamente la calma y esperen sin angustias, sin miedos.


Siempre digo que una situación no va a cambiar por la forma en que te la tomes. Si algo tiene que pasar pasará aunque te enfades y te llenes de rabia. Reaccionando de este modo te cargas con otro problema; lo único que puedes controlar es tu estado de ánimo. Todo pasa, “no hay mal que dure cien años”, sonríe y vive.

miércoles, 28 de junio de 2017

Paso previo

En mi penúltima entrada hablaba sobre cómo alcanzar la calma, y decía que una buena forma de comenzar era viviendo en el momento presente. Es cierto, sigo manteniendo dicho consejo, pero hay algo que debería añadir como paso previo a dicha práctica. Se trata de apartar todo aquello que nos cause estrés; actualmente, las redes sociales son una de las causas por las que sentimos en muchas ocasiones nerviosismo, así que dejar el móvil a un lado y salir a dar un paseo podría ayudarnos de forma considerable a relajarnos en determinados momentos. Sea cual sea el estímulo que te incomode, tu mente necesitará deshacerse de él para alcanzar la calma. Una vez consigas un poco de calma, la demás vendrá más fácilmente en la medida que continúes con la práctica.

Los momentos perfectos para comenzar a intentar mantenerte en el momento presente son esos en los que empiezas a relajarte. Costará mucho al principio, pero lograrán ser alguien nuevo si poco a poco consiguen controlar lo que pasa por sus mentes. Todos sabemos que hay ciertas cosas que son inevitables pensar o que tal vez se te vienen repentinamente a la cabeza, pero no se trata de no pensarlas; como leí hace muy poco, se trata de saber manejar los pensamientos (siendo algunos dañinos) para que no te causen dolor. Por eso, para ganar tal control, debemos empezar desde cero.


En definitiva, antes de centrarte plenamente en lo que haces en este preciso instante, en aquellos casos en los que te sientas frustrado, nervioso o ansioso, busca algo que te distraiga y por consiguiente relaje. Una vez alcances el control sobre este estado podrás seguir mejorando poco a poco intentando centrarte en el aquí y ahora.

lunes, 26 de junio de 2017

Deshacer

Suelten toda aquella carga que arrastren, del pasado o del presente. No la entierren, pues aunque no la vean estarán arrastrando cada vez más y más peso. Afronten de la forma que sea necesaria el conflicto y supérenlo.

Aprendí que a veces nos aferramos a ciertas cosas porque no pensamos en nosotros mismos en los momentos que debemos hacerlo. No se trata de egoísmo sino de amor propio. Debemos recordar que en el mundo cada persona es única y por lo tanto no pensarán como nosotros. 

Es necesario darse a los demás, pero antes debemos ser completamente libres y para ello también es necesario que primero pensemos solo en lo que nos viene mejor a nosotros.

Desde el momento en que te deshaces de la carga, volar resulta nuevamente fácil.

lunes, 12 de junio de 2017

Abriendo el camino

A cada paso que damos aprendemos algo nuevo sobre la vida o sobre nosotros mismos. La mayor parte de las veces no conocemos la nueva lección aunque prácticamente siempre intentemos anticiparnos a lo que ocurre, saber qué nos depara, y entonces no somos conscientes de que nunca aprenderemos nada nuevo en un camino de predicciones. No saber nos da ansia; es natural porque nos asusta pensar que lo que venga sea peor que lo que ya ha llegado, ¿pero y si no es así? El tiempo vale demasiado como para malgastarlo en humo, o esa es al menos mi forma de pensar.

Con ansia, la tranquilidad nunca abrazará nuestras almas, nunca pensaremos tan claramente como podríamos.

Ir un paso por delante del propio tiempo es algo imposible, por lo que yo me pregunto, ¿es útil intentarlo? El futuro va surgiendo de la forma en que vivamos el presente. Actualmente no somos más que un reflejo de cómo afrontamos nuestro pasado; si queremos alcanzar un buen futuro, por lo tanto, debemos vivir el presente de forma plena.

Pensar de este modo me tranquiliza, pues lo único que debo hacer es encargarme de mi presente: el pasado me trajo hasta aquí, me enseñó y no se puede modificar, así que no me preocupa; el futuro es incierto e impredecible y la única forma de construirlo es siendo consciente del momento presente, así que tampoco me preocupa; mi único objetivo sigue siendo el momento actual.

¿Quieren encontrar la calma? Entonces creo que una buena forma de comenzar es pisando con atención el pedazo de tierra que ahora mismo pisan.


(En la entrada anterior --> http://loquepiensoloquepensamos.blogspot.com.es/2017/06/para-este-mes.html les comento sobre qué hablaré mayormente este mes, para que comprendan mejor el por qué de esta entrada).

miércoles, 7 de junio de 2017

Para este mes...

Es cierto que ya desde hace mucho vengo hablando sobre la importancia de la calma y la paciencia, como factores claves para nuestras vidas, pero debido a diversos motivos, durante este mes la mayor parte de las entradas, tanto en el blog como en el canal, estarán relacionadas con estas dos grandes virtudes que debería cosechar todo ser humano.
He de decir por último, para inaugurar dicha intención, que tanto una como otra están directamente relacionadas, pues si eres paciente probablemente portes gran calma y a la inversa, pero la paciencia depende de la calma; sin ésta no habrá paciencia. Es decir, para conseguir desarrollar la paciencia se necesita calma, no hay más.
Si les interesaría desarrollarlas, pongan atención a las próximas entradas. Intentaremos descubrirla poco a poco.


Espero que disfruten pensad@res.