viernes, 8 de septiembre de 2017

¿Destino?

No lo tenía previsto pero algo ocurrió aquel día. Las circunstancias no parecían las mejores pero hay ciertas cosas en nuestras vidas que no podemos elegir. Surgió, la miré, me miró, la besé, me besó; no son necesarios los labios para besar, lo sé desde que mis ojos se cruzaron con los suyos y no quisieron irse. El miedo apareció pero disfrutábamos de ello. No había segundo en el que no se creara una imagen de ella en mí y comenzaba a preocuparme; una preocupación preciosa de la que no quería separarme. Empecé a escribir para ella casi sin darme cuenta de que estaba sucediendo y mis sueños nacieron de sus manos al desear agarrarlas con todo mi cariño. Día tras día todo crecía y el niño que había en mí se ilusionaba cada vez más. No había nada tan real en mi vida desde hacía tiempo y ahora tengo los pies fuertes en tierra mientras observo desde las nubes. Es una sensación extraña, algo que no recordaba pero añoraba de igual modo. No sé la forma que esto tomará, al fin y al cabo todo puede cambiar y nadie podrá hacer nada para remediarlo, pero hoy va demasiado bien como para pensar en un futuro lejano. Te escucharé cuando quieras hablarme, te ayudaré cuando lo necesites y me permitas hacerlo, te daré una razón para sonreír cada día; para mí eres tu esa razón. Y cuando te fallen las fuerzas te daré mis hombros para que puedas apoyarte y descansar. Tal vez no soy todo lo que necesites, pero seré quien haga todo para que no necesites nada más. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario