Las caras toman diferentes gestos
que no siempre somos
capaces de interpretar;
se produce una explosión con humo y fuego
que dificultan apreciar un
poco más allá.
Envidio a aquellos que parecen estar seguros
de dónde van,
aunque sepa que se trata de facetas que
todos debemos superar.
Me he esforzado, parece no ser lo suficiente, por
alcanzar la cima y observar
el paraíso que me espera;
finalmente solo logro caer desde más
alto.
Me encuentro en el punto inicial, de nuevo tengo
otra oportunidad.
No existen razones para no intentar ganar por fin
esta batalla.
Estamos solo dos, uno frente el espejo,
esperando con miedo a que se produzca
el siguiente gesto.
Corazón suena arrítmico, se dirige
hacia la nada.
¿Acaso es el fin?
Pulmones se abren, imitan las
alas de un ángel.
Cogen aire y no se queman;
agarro fuerzas y
no tiemblo.
Aún no estoy del todo seguro de cómo me siento
pero ya tengo consuelo:
se llama ganas, de soñar, de volar, de querer,
de amar, de escribir, de cantar, de tocar, de reír y no llorar...
Ganas de vivir y esforzarse por
mejorar.
Y aprendes entonces que no es importante cuánto tiempo
tardes en conocer las luces que
te componen,
si no el tiempo que inviertas en pintar
tus propias
luces.
martes, 17 de octubre de 2017
domingo, 15 de octubre de 2017
Huida hacia mí
No es la
primera vez que veo el barco zarpar
sin mí
dentro. El humo invade el cielo y mancha
el dibujo que
las nubes forman; intoxica mis
pulmones y
me sujeta la respiración, la alarga,
cuesta.
Está bien,
al final se aleja lo suficiente y el agua
se vuelve
clara de nuevo. No se ve el fondo
y me gusta
imaginar lo que puede
surgir.
Las fotos se
ven partidas la mayor parte del
tiempo;
estoy yo y los demás se apartan de algún
modo. No
estoy solo pero empieza a sentirse
familiar sentirlo;
las letras comienzan a ser
mi más
preciada compañía y las cuido
tanto como
puedo.
Podría haber
alguien que las recibiera pero se hace
más fácil que
crezcan por y para sí solas,
que vuelen y
se filtren por los huecos que las personas
no cierren.
Cesé en la búsqueda
de mi propio Nirvana casi
sin darme cuenta;
siempre me empeño en volver
cuando más
cerca estoy de alcanzarlo.
Hui de mí
mismo para aproximarme al vacío,
como un
suicida deja que su vida se marche y una vez
aquí abajo
me percaté de que la luz decidió quedarse
en lo alto.
Subir es más
complicado de lo que parece pero los
retos están para enfrentarlos, descubrir lo grandioso
tras la cara
visible, como ocurre con la cara oculta de
La Luna.
Una vez más
se aleja el humo, esta vez de la hoguera
que pensé que me calentaba; podía esperarlo,
este no puede retenerse el tiempo que a uno le
que pensé que me calentaba; podía esperarlo,
este no puede retenerse el tiempo que a uno le
plazca.
Lo dejo
disipar del todo para intentar ver más allá
sin asfixias
ni agonías. No pienso correr, ni gritar,
ni llorar;
apreciaré la forma en que invade la
atmósfera,
acariciando las luces de la noche.
Somos
mejores cuando queremos más que nuestra
felicidad;
te suelto para que llegues bien alto,
sin mí.
Sigo andando
por mi lado, dejando huellas que
me recuerden
el camino que he querido tomar y no
dejarlo jamás,
aun ampliando
los horizontes.
Me llevo
todo lo aprendido, todo lo fallado, todo
cuanto me ha
creado.
Me cargo de
mí.
Y sigo.
viernes, 13 de octubre de 2017
Al final, tú
Solo soy capaz de escuchar las letras
que pronuncias mientras no hablas,
mirándome directamente a los ojos,
pidiendo ser liberada de algún modo
de la carga que soportas inevitablemente
desde que te levantas.
Me gusta escribir historias así como
imaginarlas pero cuando se trata de
ti todo se vuelve muy real, o al menos
una realidad inventada que desearía que
se transformara en la única cierta.
Tus manos en mis manos se sienten
muy ligeras, encajan a la perfección.
No conocía las facetas de la libertad
hasta que sentí que era libre a pesar de estar
ligado a ti, incluso sin verdaderamente
estarlo.
Me es imposible hacer algo sin pensarte;
ni desnudar otra piel, ni besarla, ni quererla;
nada sin imaginar que fueras tú quien me
recibiera.
Es curioso teniendo en cuenta que no existen
compromisos, pero no es un secreto que desde
hace tiempo siento algo sincero.
Me da miedo esta lucha de emociones
e ideas que no dejan descansar a mi
consciencia; por eso prefiero solo cerrar
los ojos y dejar que el tiempo sea quien lo
aclare todo.
También existe el miedo a equivocarse
pero no hay crecimiento sin error; tal vez
de un paso en falso y caiga pero solo
entonces tendré las fuerzas para seguir
andando.
Estamos separados por un cristal; podemos
vernos y hablar mientras hay otros que
nos agarran de las manos, pero tengo
aquí sujeto unos versos para romperlo
en el momento en el que estemos preparados.
No temas si me ves junto a otros labios; solo
buscan un refugio a tu ausencia, solo buscan
experiencias, a la espera de algún día
reencontrarse con los tuyos.
Y finalmente cuando duerma, pasarás
nuevamente por mi cabeza, dispuesta a
recordarme que entre tanto disparate, solo
tú eres la única que me trae
paz.
que pronuncias mientras no hablas,
mirándome directamente a los ojos,
pidiendo ser liberada de algún modo
de la carga que soportas inevitablemente
desde que te levantas.
Me gusta escribir historias así como
imaginarlas pero cuando se trata de
ti todo se vuelve muy real, o al menos
una realidad inventada que desearía que
se transformara en la única cierta.
Tus manos en mis manos se sienten
muy ligeras, encajan a la perfección.
No conocía las facetas de la libertad
hasta que sentí que era libre a pesar de estar
ligado a ti, incluso sin verdaderamente
estarlo.
Me es imposible hacer algo sin pensarte;
ni desnudar otra piel, ni besarla, ni quererla;
nada sin imaginar que fueras tú quien me
recibiera.
Es curioso teniendo en cuenta que no existen
compromisos, pero no es un secreto que desde
hace tiempo siento algo sincero.
Me da miedo esta lucha de emociones
e ideas que no dejan descansar a mi
consciencia; por eso prefiero solo cerrar
los ojos y dejar que el tiempo sea quien lo
aclare todo.
También existe el miedo a equivocarse
pero no hay crecimiento sin error; tal vez
de un paso en falso y caiga pero solo
entonces tendré las fuerzas para seguir
andando.
Estamos separados por un cristal; podemos
vernos y hablar mientras hay otros que
nos agarran de las manos, pero tengo
aquí sujeto unos versos para romperlo
en el momento en el que estemos preparados.
No temas si me ves junto a otros labios; solo
buscan un refugio a tu ausencia, solo buscan
experiencias, a la espera de algún día
reencontrarse con los tuyos.
Y finalmente cuando duerma, pasarás
nuevamente por mi cabeza, dispuesta a
recordarme que entre tanto disparate, solo
tú eres la única que me trae
paz.
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