domingo, 18 de febrero de 2018

Vida

Nostalgia tintada en tonos verdes,
un barco en la lejanía sobre el Océano Atlántico
y un ave que observa las mantas de margaritas.

Una respiración profunda llena de vacío que quiere ser
llenado y que pronto dejará de serlo;
un juicio con mucho ruido que sueña
ser silenciado.

Un círculo que lucha por ser vicioso que será línea recta
al fin,
una vida llena de búsqueda que será encuentro propio
e independencia infinita.

Un camino pedregoso cubierto por la lluvia que le dará
vida a la vida,
un oasis para el descanso,
una pausa al andar desordenado del tiempo.

Un silencio revelador que acabará con el ruido,
una noche en calma en una cama cansada de no aportar descanso
que por fin cerrará los ojos de quien no ha podido parar
de pensar.

Un final y un nuevo comienzo,
mil oportunidades de empezar,
un solo sueño cumplido que reemplazará
a todos los demás.

Una forma de encontrar la verdad entre tantas nubes
y descubrir que sigue habiendo cielo aunque
no lo podamos ver.

Un cielo y millones de estrellas…
Millones de estrellas y uno mismo…


Uno mismo y una vida que vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario